Les hablo brevemente de los cuentos. Curiosamente, casi todos los que les voy a compartir son cuentos fantásticos. El primero es de Charlotte Perkins Gilman. Es un cuento de horror, muy inquietante y perturbador. Gilman lo escribió tras una depresión posparto, y se supone que es un poco autobiográfico. La historia se puede interpretar de muchas maneras distintas, así que me gustaría saber qué piensan de él. Luego hay un cuento de Ferenc Herczeg, un escritor húngaro. Desde hace meses tenía ganas de compartirlo por acá, pero me costó mucho encontrarlo en un formato digital. Es un cuento que me gusta mucho y me parece muy conmovedor. Luego hay un cuento de Italo Calvino. Es parte de las tres historias que conforman su libro Bajo el sol jaguar. La idea del autor era escribir una historia por cada uno de los cinco sentidos, pero murió antes de poder completarlas. Solo tenemos tres historias, y el cuento que les comparto está dedicado al oído. Otro de los que les comparto no es, estrictamente hablando, un cuento. Es una saga islandesa que narra una historia de aventura y descubrimiento. Como les digo, no es exactamente un cuento, pero se puede leer en una sola sentada. Es curiosa y fascinante, y explora un mundo que hoy nos parece fantástico. También les comparto un cuento de Kafka. Es muy corto, pero bastante profundo. Nos ofrece una interpretación muy curiosa de una historia ya bastante conocida. En cierto sentido, es similar a otro de los cuentos que les comparto, este de Ramón Gómez de la Serna. Es corto, pero irónico y profundo. Quizá un cuento más largo no lograría revelar lo mismo. Se perdería. Como las últimas veces, les comparto un cuento de Borges. Es casi inevitable, puesto que creo que es el autor del que más cuentos he leído. Y además, en general son excelentes. Este que les comparto es de los más famosos, y justamente. No es exactamente la lectura más sencilla, pero se resuelve con un poco de paciencia. De nuevo les comparto un cuento de Ryunosuke Akutagawa. Este es un poco similar al cuento de Gilman, sobre todo en su aspecto perturbador. Es curioso que esta semana les comparta dos cuentos que lleven un título que menciona el infierno. Pero son muy distintos. También hay un cuento de Elena Garro. Es un cuento un poco corto, que se puede interpretar de diferentes formas. Pero es excelente. Al leerlo me sentía como que algo se me estaba revelando, pero sin saber exactamente qué. Por último, hay un cuento de Leopoldo Lugones. Este también es fantástico, de una onda metafísica. En pocas páginas logra crear un universo que nos absorbe completamente.
Por cada cuento les dejé las primeras líneas. Espero que los disfruten.
10 cuentos:
El empapelado amarillo de Charlotte Perkins Gilman
No suele ocurrir que gente común y corriente, como John y yo, pueda habitar antiguas mansiones durante el verano….
Cierto día, al levantar nuestra vieja casa familiar, descubrí, detrás de la estufa, una cajita llena por completo de papeles amarillentos y diversos trastos. ¡Toda la prendería de la juven- tud! Revolviendo aquellas cosas viejas, tropecé con un pequeño húsar de cuero…
El hombre, la nariz de Italo Calvino
Como epígrafes de un alfabeto indescifrable, la mitad de cuyas letras han sido borradas por el esmeril viento cargado de arena, así quedaréis, perfumerías, para el hombre sin nariz del futuro…
La saga de Erick el Rojo (anónimo)
Un rey, jefe de guerreros, se llamaba Olaf. Era apodado Olaf el Blanco. Era hijo del rey Ingiald, hijo de Helgi, hijo de Gudröd, hijo de Haltdan de blancas piernas, rey de las tierras altas…
El silencio de las sirenas de Franz Kafka
Existen métodos insuficientes, casi pueriles, que también pueden servir para la salvación. He aquí la prueba…
Peor que el infierno de Ramón Gómez de la Serna
¡Oh, la crueldad incomprensible, inadmisible! …
El jardín de los senderos que se bifurcan de Jorge Luis Borges
En la página 242 de la Historia de la guerra europea, de Liddell Hart, se lee que una ofensiva de trece divisiones británicas (apoyadas por mil cuatrocientas piezas de artillería) contra la línea Serre-Montauban había sido planeada para el veinticuatro de julio de 1916 y debió postergarse hasta la mañana del día veintinueve…
El biombo del infierno de Ryunosuke Akutagawa
Difícilmente habrá existido otra persona como el señor de Horikawa, ni existirá en el futuro…
Antes de la Guerra de Troya de Elena Garro
Antes de la Guerra de Troya los días se tocaban con la punta de los dedos y yo los caminaba con facilidad
La estatua de sal de Leopoldo Lugones
He aquí cómo refirió el peregrino la verdadera historia del monje Sosistrato…
me encantó el cuento de elenita <33
Gracias!